Jue. Nov 21st, 2024

Los destrozos en la zona de los sanitarios del Parque Agnesi, ocurridos en las últimas horas, generan una pregunta: ¿Qué hacemos con este espacio?

El Parque Agnesi es el mejor ejemplo de un área pública tomada por la delincuencia. 50 hectáreas de hermoso espacio verde que atraviesa, desde hace años, fuertes remodelaciones y trabajos de acondicionamiento con el objetivo de convertirlo en un punto de reunión para vecinos de la zona.

El mencionado lugar pasó su primera gran refacción bajo la gestión de Jorge Giménez: En la mitad de la década del 2000 se creó un lago artificial, el teatro griego Juan Pablo II, baños públicos, y zona de churrasqueras y mesas. El objetivo era instalarlo como una especie de Parque General San Martín en miniatura.

Sin embargo, rápidamente los hechos delictivos crecieron y la concurrencia de gente nunca fue la buscada. Los jóvenes elegían la Plaza Italia, bien céntrica, como punto de reunión, y los más grandes no asistían al parque por temor a la inseguridad que se vivía.

En el 2015, con fondos nacionales y finalizado con dinero de provincia y la comuna, se completó el Templo del Vino y el Centro de Congresos y Exposiciones Francisco.  El multi-espacio, estéticamente precioso, genera movimiento de personas pero de manera esporádica, con eventos realizados por la propia comuna o algún privado.  A pesar de los esfuerzos para aumentar la circulación de los habitantes del departamento, muchos de ellos se volcaron a pasar sus ratos de ocio en los también remodelados Museo Las Bóvedas y Plaza del Olivo Histórico, que no tienen churrasqueras ni zona de mesas pero que son más cercanos a la zona del casco céntrico, y más amigables para realizar actividad física.

A partir de la llegada de Raúl Rufeil, el Agnesi fue remozado en varias oportunidades. En mayo del 2021, por ejemplo, se invirtió 1.349.400 pesos para arreglar los baños.  Además se agregó nuevas luminarias led en todo el terreno y se mejoró la instalación eléctrica general. Poco tiempo duró, hasta que nuevamente todo sufrió daños. En enero de este año, la Municipalidad de San Martín comunicó la construcción de una cancha de beach voley, para tratar de devolverle el costado deportivo.

Tan grave es la situación, que incluso se tomó la decisión de colocar vallas en las dos calles de ingreso al predio (Alfonsín y Florida), junto con la tercerización del servicio de vigilancia que quedó a cargo de una empresa privada, y por consiguiente la implementación del horario de cierre del lugar en horas de la noche.

Tal cual se explica, los esfuerzos de 20 años no alcanzaron para convertirlo en un sitio de esparcimiento. Los actos vandálicos y delictivos del parque y sus zonas aledañas no dan respiro.

Incluso, fuentes que quieren mantenerse en el anonimato aseguran que algunos robos y destrozos serían provocados por gente que posee acceso especial al lugar.

Pensando en una solución, una posibilidad es abrir la calle que está conectada al flamante Casino, y de esa manera aportar mayor movimiento nocturno. También podría trabajarse sobre la instalación de un sistema de video- vigilancia, en conjunto con la empresa privada que provee el servicio de cuidado, la comuna y la policía.

En síntesis, otro acto vandálico revive la polémica en torno a este diamante en bruto que tiene San Martín. El Agnesi podría ser mucho más que un centro esporádico de eventos como Vendimia, actos oficiales o recitales. El dilema está en cómo lo convertimos en la primera opción para tomar aire fresco y lo alejamos de lo policial.

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