La justicia condenó hoy a Carlos Panelo de 54 años, un patovica que acosó telefónicamente a una adolescente y que, en 2022, había sido señalado como presunto “psicópata y violador”, a través de las redes sociales, por Agostina Trigo (22), la joven que fue asesinada en San Martín.
Durante un juicio abreviado, el juez Leandro Puig le impuso a Panelo la pena de 6 meses de prisión condicional por el delito de “Ciber Acoso Sexual Infantil (grooming)” y la unificó a otra condena anterior por abuso, dictada en 2022, por lo que la pena final se fijó en 3 años de prisión en suspenso.
Previamente, la ayudante fiscal Andrea Zandoni había llegado a un acuerdo con la defensa de Panelo, quien se declaró culpable de delito que se imputaba. El hombre, actualmente, reside en San Luis.
En mayo del 2019, una adolescente de San Martín que por entonces tenía 15 años, grabó una conversación telefónica de media hora que tuvo con acusado, en la que le hacía insinuaciones sexuales.
El contenido de esa charla se presentó en un CD cuando los padres de la joven denunciaron el caso que fue investigado por el fiscal Santiago Garay.
Según relató la víctima, había conocido a este patovica en una fiesta de cumpleaños, cuando el hombre, en un primer momento no la dejó ingresar al salón, aunque luego sí la hizo pasar tras pedirle el número de celular.
Así, luego la contactó, pero la joven advirtió el accionar delictivo y el objetivo de Panelo.
Agostina lo señaló:
El 5 de octubre de 2020, antes de ser asesinada, Agostina Trigo en perfil de Facebook comentó una publicación de otra usuaria que denunciaba a Carlos Panelo, que en ese momento acumula varias denuncias y una imputación por abuso en el Este provincial. En el texto Trigo confesaba haber tenido una relación con este hombre, y haber sufrido manipulación.
El texto de Agostina decía textualmente, refiriéndose a Panelo: “Me da asco saber que tuve una relación de casi nueve meses con este psicópata, enfermó, violador, pedófilo y manipulador. Hace un año ya no tengo nada con él, al enterarme que tenía denuncias de violaciones, me manipulaba y me manejaba como él quería hasta que mi familia logró abrirme los ojos y pude dejarlo”.
En el mismo texto, dijo haber tenido “muchos problemas de por medio ya que también lo habían denunciado por un caso, una de sus hijas de mí misma edad y una de sus amigas me hablaron tratándome mal y defendiéndolo a él. Sabiendo que también manipula a su mujer y sus hijas como quiere y ni hablar de hijo lo defiende y lo apaña en todo. Basta de quedarse callada, chicas. Violador muerto no viola más”.
Vía: Los Andes