Vie. Nov 22nd, 2024

El daño a lo público no da tregua y continúa afectando al departamento de San Martín. Este fin de semana hubo destrozos de la señalética en diversos puntos del centro. ¿Por qué sucede? ¿Cómo solucionarlo?

En los últimos días, la Municipalidad de San Martín difundió a través de sus redes un nuevo acto vandálico que se produjo en la zona céntrica. En esta ocasión, los postes indicativos de las calles Albuera y Avellaneda fueron doblados, arrancados desde su base y terminaron rotos sobre la vía pública, al igual que un cartel informativo del Parque Sarmiento sobre calle España casi llegando a Lavalle.

Las fuerzas de seguridad montaron de forma rápida un rastrillaje, logrando la captura de tres menores de edad que habrían sido los perpetradores de estos hechos contra la sociedad. Estas personas quedaron a disposición de la justicia.

Esta situación lejos está de ser aislada. Por el contrario, se suma a lo sucedido hace tan sólo diez días atrás, cuando se arrojó aceite quemado y otros elementos sobre un banco de cemento de la parada de ómnibus de calle Avellaneda, y se dio el repudiable robo de la imagen de la Virgen de San Nicolás que se ubicaba en la plaza del Barrio Jardín Los Andes.

El informe sería interminable si contamos los constantes destrozos en la luminaria, bancos de las plazas (en muchos casos ya se comenzaron a construir de cemento, para evitar más roturas), puntos de recolección de basura, entre otras cosas. Algo que preocupa muchísimo, y que nos dispara varias preguntas.

¿Cuál es la motivación que te lleva a romper un banco, dañar un cartel de una calle o de una plaza? La falta de educación, la marginalidad y el poco respeto por lo que es de todos parece ser la explicación.

Incluso algunos se animan a contarnos que muchos de estos actos serían realizados por un mismo grupo de personas en el marco de sus salidas de esparcimiento nocturno, a modo de “chiste o travesura de mal gusto”. Esto se desprende porque la gran mayoría de los mismos se dan sobre calle Avellaneda y arterias aledañas, o en el Barrio Jardín.

Desde la policía se responderá aumentando los patrullajes en la zona, mientras que la comuna adelantó que acelerará la licitación para la colocación de casi un centenar y medio de cámaras de seguridad de última tecnología en puntos estratégicos, que serán monitoreadas en vivo y en directo por miembros de la fuerza pública en conjunto con empleados propios del Municipio. De esa forma, se busca desalentar un mal que la sociedad entera está sufriendo.

 

 

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