En marzo del año pasado, la detención de una mujer en Rivadavia por un caso de abuso sexual conmocionó al este mendocino. El último miércoles 10 de mayo fue condenada.
La Justicia condenó a la mujer, de 35 años, después de largas e intensas jornadas de un juicio que se extendió a lo largo de casi un mes. En las audiencias se demostró que cometió a abusos contra la criatura.
La mujer trabajaba como celadora en un Jardín de Infantes y fue acusada como autora de las vejaciones sufridas por su hijita, que tenía 9 años.
El juez Ángel Federico Rapacioli, del Tribunal Penal Colegiado Nº 1 de la Tercera Circunscripción Judicial (Zona Este), le impuso a la celadora una pena de 3 años y 6 meses de prisión.
Pese a que la mujer se le preserva la identidad para no comprometer a la víctima, fue denunciada en junio de 2021 por su ex pareja y padre de sus dos hijas una de ellas es la víctima, con quien se había separado recientemente por aquel entonces. La investigación avanzó con cautela y pasaron ocho meses para que se registraran novedades de importancia.
De acuerdo con la presentación judicial, fue la pequeña quien le manifestó a su progenitor que durante las visitas a la casa de su madre había padecido reiterados abusos sexuales.
La menor le detalló a su padre que había sido manoseada en sus partes íntimas y accedida carnalmente con los dedos. Esa versión fue ratificada por la niña en una entrevista con especialistas del Programa Provincial de Maltrato Infantil (PPMI) y la luego en la declaración que hizo en Cámara Gesell.
Fueron justamente esas dos pruebas las que motivaron la captura de la mujer a comienzos de marzo del año pasado.
La celadora pasó a prisión y estuvo encarcelada durante dos meses, ya que luego la Justicia ke concedió el beneficio de la prisión domiciliaria.
La Defensa sostuvo que la denuncia había sido una suerte de venganza por parte del padre de la niña, puesto que la imputada había cambiado de orientación sexual y eso provocó la ruptura de la pareja.
Sin embargo, esa versión no resultó convincente para el juez Rapacioli, que se inclinó por las pruebas presentadas durante el juicio por el fiscal Carlos Giuliani, quien estuvo a cargo de la Instrucción, y terminó condenando a la celadora.
FUENTE: El Sol