Un proyecto pionero con tecnología geofísica y apoyo de YPF promete desenterrar los vestigios sepultados desde el terremoto de 1861, transformándolos en un museo interactivo y en un imán turístico para Mendoza.

Un ambicioso emprendimiento liderado por el arqueólogo español Juan Blánquez, con el aval de la Municipalidad de San Martín y el apoyo potencial de YPF, planea localizar y poner en valor la vivienda y el polvorín donde habitó el Libertador José de San Martín, enterrados tras el potente sismo de 1861.

Ubicación de los hallazgos

Las primeras prospecciones sitúan los cimientos de la residencia original bajo la actual Plaza del Olivo Histórico, mientras que los restos del antiguo arsenal podrían hallarse bajo el estacionamiento de un supermercado Vea, en el mismo departamento de San Martín.

Los restos del antiguo arsenal podrían hallarse bajo el estacionamiento de un supermercado Vea

Tecnología de avanzada y respaldo institucional

Para esta fase inicial, el equipo contempla la utilización de métodos geofísicos no invasivos —similares a los que emplean compañías petroleras—, con el fin de identificar cavidades y rasgos constructivos sin necesidad de excavar a ciegas. YPF, a través de su clúster Mendoza Este, se encuentra en negociaciones para aportar estos equipos de última generación.

Tres años y seis millones de dólares de inversión

El plan integral —con una duración estimada en tres años y un presupuesto aproximado de 6 millones de dólares— no solo contempla la excavación, sino también la creación de un Museo y Centro de Interpretación, diseñado con estructuras de vidrio que permitan observar los vestigios in situ. Además, se proyecta gestionar ante la UNESCO la declaración del sitio como Patrimonio de la Humanidad.

Actores y perspectivas

En la presentación participaron Daniel Moreno, presidente del Clúster Turístico Mendoza Este, y el gerente Mariano Morales. Por parte de YPF asistieron María Belén Peralta, jefa de Inversión Social, y Martín Ospitaletche, responsable de Relaciones Institucionales. Todos coincidieron en el potencial cultural, educativo y turístico de este hallazgo, que fortalecería la “economía de la cultura” en la región.

“Solo lo auténtico tiene valor para la UNESCO: imitaciones y réplicas no bastan. Es imprescindible localizar y conservar los restos originales del General”, subrayó Juan Blánquez, especialista en patrimonio del Mediterráneo y Roma antigua.

De prosperar, este proyecto no solo recuperará un fragmento crucial de la historia argentina, sino que también impulsará el desarrollo local mediante la atracción de visitantes y la generación de nuevos espacios de aprendizaje.

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