En los últimos días se produjeron tres asaltos en el Este mendocino que dejan al descubierto el aumento del delito y la falta de medidas de seguridad por parte de las autoridades locales.
JUNÍN
Una mujer fue víctima de los delincuentes durante la noche del viernes 06 cuando salía de su horario de trabajo en una bodega ubicada sobre calle Martínez.
La víctima que se dirigía en bicicleta fue sorprendida por una banda de «chorros» armados que se encontraban escondidos por la zona. Al pasar la misma, recibió una piña para quitarle el rodado y tratar de robársela.
Mientras los delincuentes cometían el delito, un compañero de la mujer se percató de lo que sucedía por lo que detuvo su auto e intervino, logrando en un forcejeo quitarle el arma.
Esto produjo que los mismos atacaron con una piedra al vehículo, rompiéndole los vidrios del rodado para luego darse a la fuga rápidamente.
SANTA ROSA
Un camionero fue asaltado por piratas del asfalto durante la jornada del lunes 09 de octubre.
Según la información, el hombre de 27 años, domiciliado en la provincia de Jujuy, viajaba al mando de un camión marca Volvo con destino a Rio Negro.
Cuando el conductor circulaba por Ruta 153 a seis km de la Ruta 7, en el departamento de Santa Rosa, fue interceptado por una camioneta Toyota Hilux color gris con tres individuos, quienes bajo amenazas les sustrajeron 400 mil pesos, un teléfono celular y 3 mil pesos bolivianos.
En el hecho intervino el personal de la Subcomisaria de Las Catitas y de la Oficina Fiscal de jurisdicción.
SAN MARTÍN
Durante la mañana del martes 10 de octubre, se produjo una entradera en pleno centro del departamento sanmartiniano. Las victimas fueron dos abuelos.
Según el informe policial, el hecho ocurrió en una vivienda del barrio Córdoba, cuando dos adultos mayores fueron sorprendidos por un grupo de delincuentes que por la fuerza ingresaron a la vivienda, los amenazaron y se llevaron dinero en efectivo. La cifra sustraída fue de alrededor de 70 mil pesos, cheques, electrodomésticos, joyas y dos autos en los que cargaron el botín.
Las víctimas son Lidia G. y Augusto G. mayores de 80 años y su hijo de 50 quien llegó en pleno robo. Los tres tuvieron que ser asistidos por personal médico que llegó hasta el lugar.