Desde el próximo martes 8 de julio, Mercado Libre y Mercado Pago implementarán un nuevo esquema de comisiones diferenciadas según la provincia, como respuesta directa a las cargas impositivas locales —principalmente el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB).
La empresa informó que los cargos por operaciones ya no serán uniformes a nivel nacional. Las jurisdicciones con menor presión tributaria tendrán comisiones más bajas, mientras que en aquellas donde el IIBB es más elevado, los costos aumentarán. Provincias como Corrientes, Río Negro, Santa Cruz, Formosa y Santiago del Estero verán una reducción, mientras que Córdoba, Santa Fe y Jujuy serán las más afectadas por el incremento. En el caso de Mendoza, los valores se mantendrán sin modificaciones.
🔎 El impuesto en la mira El IIBB es un tributo provincial que se aplica sobre el total de las ventas, lo que genera un efecto acumulativo en cada etapa de la cadena comercial. Según el informe de IDESA, la carga tributaria final puede superar el 30% del precio al consumidor, al sumar el 21% del IVA y más del 9% de Ingresos Brutos en algunos casos.
Además, la complejidad administrativa —con más de 75 regímenes de pago anticipado y múltiples sistemas de percepción— implica altos costos operativos para empresas que trabajan en varias jurisdicciones, generando distorsiones, doble imposición y saldos fiscales que muchas veces no se reintegran.
📢 Una señal empresarial y política La modificación impulsada por Mercado Libre se interpreta también como una señal de apoyo al gobierno nacional, que busca avanzar en la reforma fiscal y eliminar el IIBB, proponiendo en su lugar un “super IVA” aún en fase conceptual.
Expertos tributarios advierten que el IIBB se ha vuelto insostenible en el contexto de una economía moderna, y reclaman su reemplazo por un sistema más equitativo, eficiente y transparente. Desde las provincias, sin embargo, defienden el gravamen como una herramienta legítima de recaudación ante el predominio fiscal de la Nación.
Este ajuste en las comisiones vuelve a poner sobre la mesa las tensiones entre el federalismo tributario y la digitalización del comercio, en un país donde vender en línea puede implicar navegar un laberinto fiscal de 24 provincias y decenas de normas simultáneas.