Según datos oficiales de la Dirección de Maternidad e Infancia, la provincia registró 139 muertes infantiles, lo que representa una tasa de 7,5 fallecimientos por cada mil nacidos vivos.

La cifra muestra un incremento respecto al 2023, cuando se habían reportado 111 muertes.

Los datos revelan que el aumento se dio tanto en el sector público como en el privado.

En los hospitales públicos, donde se realizan el 59% de los partos, las muertes infantiles pasaron de 84 a 95 (+13%). En las clínicas privadas, que concentran el 41% de los nacimientos, el salto fue mayor: de 25 a 41 muertes (+64%).

Las principales causas de fallecimientos se mantienen en términos similares a años anteriores, aunque hubo variaciones significativas en algunos casos. Las malformaciones incompatibles con la vida representaron el 32% de las muertes (44 casos), una proporción similar a la de 2023. Sin embargo, las causas perinatales -relacionadas con el entorno del nacimiento- pasaron de 59 a 81 casos.

Dentro de ese grupo, se destacan dos factores con fuerte suba: los casos de bebés afectados por condiciones maternas no relacionadas con el embarazo actual crecieron de 6 a 17, y los afectados por complicaciones con la placenta, el cordón umbilical o las membranas aumentaron de 3 a 13.

Desde Salud también remarcan que existe una fuerte relación entre las condiciones sociales y la mortalidad infantil. Diversas investigaciones nacionales e internacionales han mostrado cómo los momentos de crisis económica tienden a impactar negativamente en este indicador.

 

Con Información de MendozaPost

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