Sáb. Ene 11th, 2025

El comercio y el turismo de Mendoza cierran un año de baja y no esperan mejoras para el 2025.

Los sectores que componen el Producto Bruto Geográfico (PBG) de Mendoza, el de turismo, comercio y restaurante es uno de los que mayor aporte hace. No solo por el dinamismo que aporta el mercado laboral sino porque es –junto con la construcción- un termómetro clave de la economía en general. Con diferencias entre los productos de primera necesidad y los que no lo son, tanto el área comercial como la turística cierra un 2024 para el olvido.

Ni comerciantes ni prestadores de turismo requieren conocer las estadísticas para darse cuenta de la disminución que tuvo su actividad.

Solo para poner algunos ejemplos, los datos de ventas minoristas de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CAME) mostraron en noviembre un descenso interanual y acumulado. Algo similar sucedió con el relevamiento del Indec que mide el ingreso de turistas internacionales al país y vía Mendoza por el aeropuerto El Plumerillo.

Es que aunque la mayoría ve como señales positivas la baja de la inflación y el superávit fiscal, no dejan de señalar el ajuste que parte de esto implicó en las jubilaciones y salarios a los que nada les sobra para salir a comprar o a pasear.

Por otra parte, a la baja dada por la crisis económica en líneas generales, en los últimos meses se ha sumado la devaluación de Brasil y de Chile lo que hace que Argentina sea más cara todavía en comparación.

En este marco, Mendoza tiene un turismo del vino y de alta gama muy bien posicionado que –en principio- podría sostenerse en parte por el segmento al que apunta. Sin embargo, el grueso se mueve de la mano de los turistas nacionales que hoy todavía poseen dificultades para llegar a fin de mes mientras que hoy los visitantes internacionales “comunes” (no de lujo) miran con espanto lo caro de los precios locales.

El vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), Diego Stornini, expresó que aunque el año cierra con un rebote económico, en Mendoza no hay “nada que festejar”. Desde su punto de vista, sectores clave como el comercio y el turismo no lograron capitalizar el repunte. Con relación al turismo, Stortini recordó que la ocupación ha estado cerca de 22% por debajo del año pasado y 10% menos que en comparación con cualquier año normal. Esto se suma a los costos en alza y una conectividad baja que no promueve ni motoriza el turismo local.

En esta línea, Marcelo Rosental, gerente de Villaggio Hotel Boutique y presidente de la Cámara de Hotelería de Mendoza, expresó que en ocupación el 2024 quedará muy lejos de dos años históricos como fueron 2023 y 2022.

Adrián Alín, presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Turismo, Industria y Servicios de la ciudad de Mendoza (Cecitys) dudó que el consumo repunte el año próximo. En especial debido a los bajos salarios en general y a que las jubilaciones continúan con grandes pérdidas de poder adquisitivo. Hasta el año pasado, era común ver a los abuelos tomarse un café, comprar algo a los nietos o disfrutar entre pares algo que, según Alín, ya casi no se ve por el centro. “Esas costumbres que aportan a la calidad de vida se han perdido y no pareciera que los ingresos vayan a crecer en demasía el año próximo”, expresó Alín.

 

Vía: Los Andes

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