Mendoza, junto con San Juan, se posiciona como una de las regiones con mayor actividad y peligro sísmico en Argentina, según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES). Después de cuatro décadas, el INPRES ha actualizado el mapa de peligrosidad sísmica, confirmando la contundente situación de ambas provincias cuyanas.
El nuevo mapa presentado esta semana por el INPRES revela que Mendoza y San Juan encabezan la lista de las provincias con mayor amenaza sísmica en el país. Estas dos regiones son seguidas por algunas zonas del noroeste argentino y Tierra del Fuego, las cuales también han sido identificadas como áreas de alto riesgo.
La entidad, con sede en la vecina provincia de San Juan, ha utilizado estimaciones estadísticas para determinar las aceleraciones o intensidades máximas de suelo que podrían ocurrir en cada punto de Argentina. Estos datos se han medido en un intervalo de tiempo en años y con una probabilidad de certeza.
Uno de los factores que ha contribuido a la detección de nuevas zonas con peligrosidad sísmica es el aumento en los monitoreos de la actividad sísmica. Gracias a esto, se ha identificado que ciudades como Santiago del Estero, el oeste de Santa Cruz, el noroeste de San Luis, Bahía Blanca, las Islas Malvinas y Tierra del Fuego, la ciudad de La Plata y el Área Metropolitana de Buenos Aires también presentan riesgos sísmicos significativos.
Además de la información sobre las aceleraciones e intensidades máximas, el nuevo mapa proporciona datos sobre la magnitud máxima, profundidad e influencia de las diferentes zonas sísmicamente activas en Argentina en relación con cada localidad. Estos cálculos son esenciales para el desarrollo de los códigos de construcción requeridos por la ingeniería de estructuras en cada punto del país.
La actualización del mapa de peligrosidad sísmica por parte del INPRES es un importante paso para comprender y enfrentar los desafíos relacionados con la actividad sísmica en Argentina. Esta información proporcionará una base sólida para la planificación urbana, la toma de decisiones en la construcción y la implementación de medidas de prevención y mitigación en las áreas más afectadas.
Ante la confirmación de la alta amenaza sísmica en Mendoza y San Juan, así como en otras regiones del país, es esencial que las autoridades y la población estén preparadas y tomen las precauciones necesarias para garantizar la seguridad en caso de un evento sísmico. La conciencia pública, la educación en materia de seguridad y la implementación de normas de construcción sísmicamente resistentes son aspectos clave para reducir los riesgos y proteger la vida de las personas en estas áreas propensas a sismos