Esta iniciativa, que ha sido una petición tanto de los vecinos como de los directivos de la escuela, busca mejorar significativamente la calidad de las instalaciones y garantizar la tranquilidad de los estudiantes.
El proyecto consiste en la instalación de un cerramiento perimetral de alambre romboidal que abarcará más de 40 metros aproximadamente alrededor de la escuela. “Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para fortalecer la seguridad y el bienestar de la comunidad educativa, garantizando que los estudiantes puedan disfrutar de un entorno propicio para el aprendizaje”, mencionó William Di Carlo, delegado.
El respaldo de los vecinos locales ha sido fundamental para que este proyecto se hiciera realidad. La colaboración entre la comunidad, la delegación municipal y la escuela es un ejemplo de cómo el trabajo conjunto puede generar mejoras significativas en la infraestructura para los alumnos, docentes y personal de esa escuela sanmartiniana.