La Cámara Baja de la Nación aprobó una iniciativa que busca ajustar la hora oficial de Argentina al horario solar.
El objetivo: mejorar el rendimiento escolar, reducir el consumo energético y alinear el país con su ubicación geográfica.
En una extensa jornada legislativa, la Cámara de Diputados de la Nación otorgó media sanción al proyecto que propone modificar el huso horario en todo el territorio argentino. La propuesta, presentada por el legislador mendocino Julio Cobos, recibió 151 votos afirmativos, 66 negativos y 8 abstenciones. Ahora deberá ser tratada por el Senado para convertirse en ley.
¿Qué plantea el proyecto?
La iniciativa busca que la hora oficial del país se ajuste al huso horario que le corresponde geográficamente: cuatro horas al oeste del meridiano de Greenwich (GMT-4). Actualmente, Argentina utiliza el GMT-3 de forma permanente, lo que genera un desfase con la luz solar que, según especialistas, afecta el desempeño escolar, la productividad laboral y el consumo energético.
Durante el tratamiento en el recinto, Cobos explicó que “el oeste argentino sufre las consecuencias de este desajuste. Niños y trabajadores comienzan sus actividades en plena oscuridad, lo que repercute en su rendimiento diario”.
El proyecto contempla dos períodos diferenciados:
- 🧊 Invierno: desde el primer domingo de abril hasta el 1 de septiembre, con horario GMT-4
- ☀️ Verano: GMT-3, como horario estival
Además, se propone derogar la Ley 26.350, que establece el actual régimen horario.
Un reclamo que lleva tiempo
La propuesta había sido presentada hace más de un año y medio, pero no contaba con dictamen de comisión. En esta sesión, se logró incluirla en el temario gracias al consenso entre distintos bloques, sumando iniciativas similares de otros diputados como Oscar Agost Carreño, Gisela Marziotta y Pamela Calletti.
Cobos destacó que el proyecto había sido unificado en un dictamen común, y que al alcanzar los dos tercios de los votos, no fue necesario emplazar a la Comisión de Legislación General.
¿Por qué cambiar el huso horario?
Argentina se encuentra casi en su totalidad dentro del huso GMT-4, salvo una pequeña franja cordillerana que corresponde al GMT-5. Sin embargo, desde 1974 se adoptó el GMT-3 como horario fijo, e incluso se llegó a utilizar el GMT-2 en algunos veranos, alejándose cada vez más del horario natural.
Expertos como Diego Golombek, investigador del CONICET y especialista en cronobiología, sostienen que este desfase impacta en la salud, el sueño y el estado de alerta de las personas. “Estar en el huso adecuado permite aprovechar mejor la luz solar, lo que mejora el bienestar general”, explicó en una sesión de la Legislatura mendocina.
¿Qué pasa en otros países?
Chile y Paraguay aplican cambios de horario según la estación. En Europa, Estados Unidos y Canadá también se ajusta la hora dos veces al año, aunque con diferencias regionales. Argentina, en cambio, mantiene un horario fijo que no refleja su ubicación geográfica.
Beneficios esperados
El ajuste permitiría reducir el uso de luz artificial, mejorar el rendimiento escolar y optimizar el consumo energético. “La educación es uno de los sectores más afectados por este desfase. Muchos estudiantes comienzan su jornada en plena oscuridad”, advirtió Cobos.
La propuesta ahora espera su tratamiento en la Cámara Alta. De aprobarse, el país podría volver a alternar entre horario de verano e invierno, como lo hizo por última vez a nivel nacional en 2008 y 2009.