Este miércoles 7 de mayo, la Iglesia Católica se reúne en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco en un Cónclave histórico.
La reunión privada y aislada contará con la participación de 133 cardenales electores de 70 países de todos los continentes.
La elección se llevará a cabo con un estricto protocolo, que incluye dos votaciones por la mañana y dos por la tarde, con una única votación el primer día. Para ser elegido, un cardenal necesitará obtener dos tercios de los votos, es decir, al menos 94 sufragios.
La diversidad es una de las características destacadas de este Cónclave, con cardenales provenientes de todas las regiones del mundo. La edad media de los cardenales es de 70 años, y el más joven es el arzobispo ucraniano Mykola Bychok, de 45 años.
El cardenal secretario de Estado Pietro Parolin preside el cónclave, que puede prolongarse desde horas hasta días o incluso años, dependiendo de la cantidad de votos y otros factores.
La expectativa es alta mientras los cardenales se reúnen para elegir al próximo líder de la Iglesia Católica. La decisión que tomen tendrá un impacto significativo en la dirección futura de la Iglesia y en la vida de millones de católicos en todo el mundo.