La Selección jugó un partido 10 puntos ante una Polonia muy conservadora y consiguió avanzar a la próxima fase. Después de lo que fue un debut inesperado, La Scaloneta arrancó y el rival será Australia.
La última jornada de la zona de grupo arrancó con Argentina y una convicción totalmente distinta a lo que fue el encuentro con México, hubo garra y hubo fútbol. La dirigidos por Scaloni manejaron el balón todo el partido y estuvieron más lucidos que nunca, con una selección polaca que jugó a empatar durante los 90 minutos. Injustamente el gol no pudo llegar en la primera parte, y hasta a Messi se le negó desde los 12 pasos a los 38 minutos del PT.
Lo lógico para el segundo tiempo era continuar con todo lo bueno que se hizo en el primero, y así es como salió a jugar La Albiceleste. Y llegaron los goles, al minuto de juego A. MacAllister conectó un centro de N. Molina (fusión de ex Xeneizes), y destapó el resultado con un disparo cruzado que parecía no entrar más. Después del tanto, Argentina se siguió floreando y nunca corrió peligro, fue tan así que Dibu Martinez no tuvo trabajo en ningún momento.
Al minuto 22, E. Fernández le cedió un pase a J. Alvarez luego de 27 toques, para que el jugador del City la cuelgue de un ángulo (fusión de ex riverplatenses) y marque lo que puede ser de los mejores goles del mundial. Aunque fuimos por el tercero, sólo restaba mover la pelota teniendo en cuenta que hasta a Polonia le convenía el resultado.
La selección cerró un 2 a 0 con varios puntos altos en su equipo y con la confianza por el cielo. Merecida clasificación para un plantel y un cuerpo técnico que entendió que había que reaccionar rápido ante lo que sucedió ante Arabia. Con 6 puntos se quedó en el primer escalón del grupo C, y se medirá por octavos de final el próximo sábado desde las 16 horas (horario local), ante Australia, que clasificó segundo por detrás de Francia en el grupo D