La empresa Shell aumentó el precio de sus combustibles con el comienzo del mes de agosto. En las próximas horas, se sumará YPF.
Con el inicio del mes de agosto, los consumidores se enfrentaron a un nuevo aumento en el precio de los combustibles, siendo la empresa distribuidora Shell la primera en implementar los nuevos valores. El incremento promedio en las naftas y el gasoil es del 4.2%, como parte de la última actualización en el marco del programa «Precios Justos para los Combustibles», acordado en abril entre las productoras de combustibles y el Gobierno.
Las estaciones de servicio de Shell ya reflejan este aumento en las bombas de nafta, lo que ha generado preocupación entre los usuarios debido a los constantes ajustes en los precios de los combustibles. Los nuevos valores quedaron de la siguiente manera:
Nafta Súper: $250.7 por litro.
Nafta V-Power: $313.4 por litro.
Diésel Fórmula: $281.5 por litro.
Diésel V-Power: $342.7 por litro.
Sin embargo, el panorama no solo se vio afectado por el incremento en los precios. Además, durante el mismo período, Shell anunció una merma en el abastecimiento de combustible, lo que ha llevado a que muchas estaciones no operen con normalidad. En algunos lugares, directamente no hay disponibilidad de combustible, mientras que en otras se ha establecido la venta con cupos, lo que ha generado largas filas y malestar entre los conductores.
Es importante destacar que en abril, las productoras de combustibles y el Gobierno firmaron el Acuerdo de Precios Justos, mediante el cual se estableció un aumento del 4% promedio mensual. Sin embargo, en la práctica, todas las subas en la región han superado esa línea, lo que ha generado controversia y descontento en la población.
Este incremento en los precios de los combustibles impacta directamente en el bolsillo de los ciudadanos y afecta a diversos sectores económicos que dependen del transporte para sus actividades cotidianas. Además, las continuas fluctuaciones en los precios de los combustibles han llevado a un aumento generalizado en los costos de producción y servicios, lo que repercute en la inflación y el costo de vida de la población en general.